La inversión en el cambio de uso de locales comerciales vs trasteros, se encuentra en auge y supone una serie de pros y contras. Se han convertido en opciones atractivas para aquellos que buscan diversificar su cartera y obtener rendimientos sólidos. A medida que las necesidades de la sociedad evolucionan y se adaptan a nuevos estilos de vida, estas dos áreas han demostrado ser fuentes de ingresos rentables para los inversores visionarios. A continuación, os hablamos un poco más acerca de estos dos fenómenos actuales.
Cambio de uso
La inversión en el cambio de uso de locales comerciales, es una estrategia atractiva en el ámbito inmobiliario que ofrece oportunidades de rentabilidad y valorización del inmueble. Esta moda consiste en modificar el propósito original de un local comercial para adaptarlo a otro tipo de uso que pueda generar mayores beneficios. Sin embargo, esta conversión implica tener en cuenta una normativa y una serie de beneficios e inconvenientes a analizar.
Pros
Rentabilidad potencial: el cambio de uso puede permitir adaptar el local a necesidades específicas y atractivas para los inquilinos, lo que puede generar una mayor rentabilidad en comparación con un alquiler comercial estándar.
Plusvalía del inmueble: al realizar una transformación exitosa, es probable que se aumente el valor del inmueble a largo plazo, y, por lo tanto, se brinden oportunidades de ganancia significativas en caso de venta o refinanciamiento.
Flexibilidad de uso: el uso de un local comercial permite explorar diferentes opciones y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado. Como resultado, aumenta la versatilidad para cambiar el inmueble y su atractivo para una amplia gama de inquilinos.
Diversificación de ingresos: adaptando el local a un nuevo uso, se pueden diversificar los ingresos al atraer diferentes tipos de inquilinos, lo que reduce la dependencia de un solo tipo de actividad comercial.
Contras
Riesgo de demanda limitada: existe la posibilidad de que el nuevo uso propuesto no tenga suficiente demanda en el área, lo que puede resultar en una baja ocupación del local y dificultades para obtener rentabilidad.
Costes de remodelación y permisos: el cambio de uso puede implicar costes significativos relacionados con la remodelación del local y la obtención de los permisos necesarios. Estos gastos pueden afectar a la rentabilidad de la inversión.
Restricciones regulatorias: las regulaciones locales pueden imponer restricciones o requisitos específicos para los cambios de uso, lo que puede complicar el proceso y limitar las opciones de inversión.
Mayor tiempo de comercialización: adaptar un local a un nuevo uso, puede conllevar un mayor tiempo de búsqueda de inquilinos que estén interesados en el nuevo tipo de actividad comercial, lo que puede provocar un retraso en los ingresos.
Exposición a cambios en el mercado: el éxito de la inversión en el cambio de uso está ligado a la demanda y tendencias del mercado. Los cambios económicos o comerciales pueden afectar la viabilidad y rentabilidad del nuevo uso propuesto.

Trasteros
En el ámbito inmobiliario, la inversión en trasteros ha ganado popularidad debido a su potencial de rentabilidad y estabilidad. Los trasteros son espacios de almacenamiento individuales que se alquilan a particulares o empresas para guardar sus pertenencias. Esta forma de inversión ofrece una serie de ventajas y desventajas a considerar, las cuales te detallamos a continuación.
Pros
Demanda constante: existe una demanda continua de espacios de almacenamiento debido a las necesidades de individuos y empresas para guardar sus pertenencias y productos.
Ingresos estables: los contratos de alquiler a largo plazo en trasteros pueden generar ingresos regulares y predecibles, por lo que brindan estabilidad financiera al inversor.
Bajos costes operativos: los trasteros requieren menos servicios y mantenimiento en comparación con otros tipos de propiedades, lo que provoca unos costes operativos más bajos.
Flexibilidad: los trasteros pueden adaptarse a diferentes tamaños y necesidades, lo que permite a los inversores ofrecer opciones variadas para atraer a una amplia gama de clientes.
Menos complicaciones con inquilinos: a diferencia de los alquileres residenciales o comerciales, la gestión de inquilinos en trasteros tiende a ser más sencilla y con menos problemas.
Contras
Competencia local: en función de la ubicación, puede haber una competencia excesiva en el mercado de trasteros, y, como resultado, afectar a la ocupación y la rentabilidad.
Riesgo de impago: existe la posibilidad de que los inquilinos no paguen sus alquileres o abandonen los trasteros sin previo aviso, lo que puede generar pérdidas financieras.
Mantenimiento y seguridad: garantizar la seguridad de los trasteros y mantenerlos en buen estado puede implicar costes adicionales y esfuerzo por parte del inversor.
Limitaciones regulatorias: algunas áreas pueden tener normativas específicas sobre el funcionamiento de los trasteros, lo que puede dar como resultado una limitación del tamaño, la ubicación o el uso permitido.
Depreciación: aunque los trasteros suelen ser una inversión estable, su valoración no puede aumentar significativamente con el tiempo, lo que puede limitar las ganancias a largo plazo.

En resumen, aunque a priori parece más interesante la inversión en trasteros, es importante evaluar cuidadosamente los pros y los contras antes de realizar alguno de estos dos tipos de inversiones. Además, se deben tener en cuenta otro tipo de factores influyentes, como el tipo de negocio que se montará en el local, la ubicación, etc. De forma complementaria, es necesario realizar un análisis exhaustivo del mercado y los costes asociados antes de tomar una decisión. Todo ello es fundamental para maximizar el potencial de la inversión.
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